Ya hemos hablado muchas veces de la importancia del teatro como vía educativa de vuestros hijos. Más allá de un disfraz, hay mil y una formas de sacarle partido a un arte por descubrir. El teatro, la dramatización, o cualquier derivado que se os pueda ocurrir, conlleva una serie de valores y beneficios que nos ayudan a mejorar las distintas inteligencias de nuestros alumnos.
En una función de Navidad hay que memorizar, trabajar en equipo, coordinar, tener una cierta disciplina, fomentar la creatividad y sobre todo, superar ciertos miedos escénicos y desarrollar la capacidad de hablar en público. Y ni qué hablar del orgullo de poder actuar ante nuestros seres queridos y la satisfacción de recibir un aplauso. ¿Todavía no estás convencido después de todo esto?
El teatro guarda millones de secretos y abre las puertas de inteligencias y corazón de nuestros alumnos. Detrás del telón nuestros pequeños actores ensayan el principal papel: el de la vida.
Aprovechamos este post para agradecer a todos los familiares, papás y mamás que ayudaron a memorizar los importantes diálogos de la función de Navidad, esos maravillosos disfraces, y lo más importante: el calor de vuestros aplausos en uno de los días más importantes de nuestro curso: LA FUNCIÖN DE NAVIDAD.
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