sábado, 21 de marzo de 2015

En la Granja de los estímulos

Cuando vamos de excursión a la granja escuela es posible que a los padres se nos venga a la cabeza que básicamente lo que van a hacer nuestros pequeños es dar de comer a los animales y pasar un buen rato con sus compañeros en el campo. Los que trabajamos con ellos, y por  tanto, la finalidad de esta salida complementaria es ofrecerle el máximo aprendizaje experiencial que esté a nuestro alcance, y la granja reúne todas estas funciones. 



Ver, tocar, oler, escuchar y vivir nuevas sensaciones son los estímulos que nuestros alumnos necesitan para despertar su interés por el mundo que les rodea. En la visita del pasado martes no sólo conocieron los distintos animales que pueden vivir en una granja, conocieron el respeto hacia ellos. 

Además de darles de comer, aprendieron a estar con ellos y distinguirlos en función de sus características y funciones dentro de la granja. En este tipo de lugares no sólo aprendemos de los animales, también aprendemos de las plantas que crecen y se cultivan, y de los productos y uso que derivan de ellas. Así nuestros pequeños exploradores pudieron elaborar pan o hacer bolsitas de hierbas aromáticas para cuando estén resfriados. Además hicimos objetos de barro y pudimos pasear en un auténtico carruaje. 



Estamos seguros que salidas de este tipo nunca se olvidan, porque esta es la enseñanza que buscamos, enseñanza basada en experiencias que se interiorizan y quedan para siempre en la mente de nuestros alumnos. 

Y para que tengáis un recuerdo de esta visita, os dejamos los mejores momentos de este día para que podáis compartirla con vuestros hijos y puedan explicaros todo lo que hicieron. 


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